jueves, 3 de abril de 2008

DESIDERATA



Desiderata: del latín desiderata: "cosas deseadas", plural de desideratum.




La desiderata de la felicidad fue escrita en 1927 por Max Ehrmann.
De origen Alemán, nació en una familia acomodada, en los Estados Unidos de Norteamérica.
Estudio Inglés en la Universidad De Pauw, y Filosofía en Harvard.
Se dedicó a la abogacía en su ciudad natal: Terre Haute, Indiana.
A la edad de 41 años se jubiló, para dedicarse a la escritura de ensayos y poemas.
Murió en el año de 1945.

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Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas, enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; también ellos tienen su propia historia. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu; si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe; hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales, la vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo; en especial, no finjas el afecto y no seas cínico en el amor, pues medio de toda la aridez y desengaño, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja en las adversidades repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera. Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de Él, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida, aun con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!